La iluminación basada en los ciclos circadianos o iluminación HCL es un tema de rigurosa actualidad, si no sabes muy bien que es o tienes algunas dudas, sigue leyendo este post.
Lo primero y más importante es explicar que significan las siglas HCL. Human Centric Lighting (HCL por sus siglas en inglés), es un concepto de iluminación centrado en el ser humano que persigue simular el máximo posible la luz natural aportada por el sol dentro de diferentes espacios donde se necesita aporte de luz “artificial”, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y el bienestar de los seres vivos en su día a día.
Desde los organismos más simples a los más complejos, toda la vida del planeta está gobernada por ritmos circadianos ajustados a un día de 24 horas.
En el año 2002 se descubrieron las células ganglionales del ojo (ipRGC) que llevan la información lumínica al núcleo supraquiasmático (reloj maestro), que sincroniza los ritmos circadianos de nuestro organismo, a través de la secreción de melatonina, serotonina y cortisol. En los seres humanos, el reloj central ubicado en el cerebro sincroniza otros relojes subordinados en varias células del organismo. En concreto, ciertos genes regulan la síntesis de proteínas en diferentes momentos del día, lo que estimula o inhibe otros procesos biológicos. Si estos relojes se desincronizan, pueden aparecer problemas de salud.
(Ver imagen 1)
La luz es el regulador más importante del cuerpo humano e influye en muchos momentos del ciclo humano vital, desde el sueño hasta el trabajo mejorando aspectos como la concentración o la eficiencia.
Para activar la parte del cerebro más productiva gracias a la luz, se necesitan 480nM dentro del espectro de luz visible por el ojo humano, además de una temperatura de unos 5000k y unos 1000lux.
Es por ello por lo que, como seres vivos que somos, las personas necesitamos luz y oscuridad. Existe un ciclo diurno donde tienen que estar activas y otro periodo en el que deben descansar. En este sentido, la tecnología LED permite un control independiente en las tres dimensiones que son clave para la iluminación centrada en el ser humano: la intensidad, la temperatura de color y la dirección de la luz.
