Si en entradas anteriores hablábamos de la figura del diseñador de iluminación, desconocida para muchas, pero imprescindible para llevar al éxito todos y cada uno de los proyectos en los que sin duda, la iluminación, es esencial, hoy nos centramos en los proyectos de iluminación.
Para poder explicarlo mejor, vamos a dividirlo en diferentes etapas recomendadas que deberíamos seguir para llevar a cabo con éxito nuestros proyectos.
1 – Reunión inicial
Cada proyecto es único. Uno de los errores más comunes es creer que hecho un proyecto, hechos todos. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
En primer lugar, debes conocer al cliente o deben trasladar toda la información posible para poder generar una imagen general y lo más completa posible del espacio para poder empezar a dibujarte el concepto sobre el que va a girar el proyecto. Sin esa reunión inicial, es posible que el trabajo no valga para nada si la información que llega esta muy sesgada o distorsionada. La información es poder.
2 – Necesidades y normativa
Aunque no siempre se desarrollan proyectos que exijan cumplir una serie de normativas (hablaremos de ellas en otra entrada) si debemos de conocer si el espacio sobre el que se va a desarrollar el proyecto está bajo normas de obligado cumplimiento, donde se exigirá cumplir con una serie de requisitos o parámetros como pueda ser la luminosidad media o mínima, la uniformidad, el UGR, etc. También se debe conocer a los usuarios/as habituales de dicho espacio, porque tal vez, se necesiten valores más elevados de lo normal.
3 – Factores económicos
Por supuesto se ha de conocer, también, el presupuesto estimado que se va a destinar al proyecto, de este modo se obtiene un dibujo general de que producto encajará mejor. En muchas ocasiones está parte se mal interpreta, no es cuestión de que se tenga más o menos dinero, si no de cuanto se va a destinar a la partida de iluminación, que por desgracia, siempre es de las más perjudicadas cuando se deben «ajustar presupuestos».
4 – Primeros Bocetos
Una vez que la información empieza a completarse y a coger forma, se empieza a desarrollar bocetos de las diferentes ideas, conceptos o escenas con las que se va a llevar a cabo el proyecto, ya sea con bosquejos a mano alzada, con dibujos técnicos, con renders o con programas de diseño de iluminación como pueda ser Dialux. Como recomendación, tras el primer boceto, se debe mantener una segunda o tercera reunión con el cliente, con ellas se obtendrán pistas de si el proyecto va bien encaminado. La frecuencia o cantidad de reuniones depende del grado de libertad que se haya confiado.
5 – Equipo multidisciplinar
No nos olvidemos de que un proyecto de iluminación afecta a otros profesionales y fases de la creación de un espacio, para un buen profesional, es indispensable, una buena comunicación con arquitectura, interiorista, ingeniería, constructora, instaladora, etc. Se debe tener en cuenta, por ejemplo, que los planos de instalaciones evitarán algunas sorpresas indeseadas.
La comunicación entre profesionales tiene que ser fluida y constante.
6 – Elección de luminarias, cálculos y pruebas de luz.
Llegados hasta aquí, ya se puede seleccionar las mejores luminarias que se adapten al espacio, concepto y presupuesto, comenzar con los cálculos, si son necesarios, y si es posible, haced pruebas de luz. No es la primera vez que se elige una luminaria para un espacio pensando que sin duda era la mejor, pero una vez instalada, no se adapta a las necesidades reales.
7 – Visita final
Se ha de estar al tanto del desarrollo de cada proyecto, una vez terminada la instalación el profesional debe visitar la obra para comprobar que todo ha quedado como se esperaba. De cada proyecto se aprende para mejorar o evolucionar.
Cada proyecto es único, cada desarrollo del mismo, también.
